Ser joven es pasado presente y futuro

Ser joven es pasado presente y futuro

Como joven aprendemos de las enseñanzas que nos han inculcado, somos un reflejo de los comportamientos, actitudes, acciones, que a través de los ejemplos, de las palabras, junto a las enseñanzas familiares,  sociales, de los centros de estudios, nos han transmitido.

Pues el pasado del joven fue desarrollado, supervisado, aceptado, por los mayores, los adultos, por medio a nuestra educación familiar, social junto a la calidad escolar de los programas educativos, impuestos por los diferentes gobiernos de turnos. 

Tales programas que deberían ir dirigidos al desarrollo fundamental, intelectual, de las ciencias, las matemáticas, la geografía, la historia, la geometría, la química, la física, el ecosistema, los principios, las costumbres, las normas morales, divinas, éticas, cívicas, sociales, humanas, entre otras, pues para eso han sido formados, y están llamados a verla por el buen desempeño del intelecto de nuestros estudiantes.

En la actualidad la calidad educativa de la juventud quisqueyana, en un alto porcentaje, en cuanto a sus conocimientos, sus intelectos, sus capacidades valorativas, sus capacidades profesionales, su capacidad de conciencia personal, social, (sus capacidades científicas), así como sus sensibilidades humanas, familiares, espirituales, su visión de construir un futuro armónico, saludable, felices, en su proceso natural de evolución humana hacia las modernidades, el desarrollo, el progreso, en su ciclo de vida desde la niñez a la vejez, donde puedan visualizarse como hombres y mujeres productivos, dignos, capaces, potables, para formar sus propios hogares, sus propias familias, sus propios sustentos, asumiendo sus roles sociales. 

Se encuentran en un profundo sueño del cual su acceso están sumido en un tiempo detenido, inalcanzables, lo cual los llevan asumir una confusión que les parece correcta, moral. De un sistema corrupto e inmoral, lleno de vicios, modas musicales, corporales, vestimentales, verbales, comportamientos de irrespeto, donde atentar contra la vida de un inocente, contra la dignidad de la patria, la paz propia y de lo demás es algo natural, normal, pues así se observan a través de las delincuencias, violencias, criminalidades, que catastróficamente nos están afectando desproporcionadamente a cada ciudadano (a), a cada familia.

Y estos males, conflictos sociales, son sustentados por el sistema impuesto por los principales dirigentes sociales que desde hace décadas han sido manipulados por grandes potencias extrajeras, que hoy se dicen ser dolientes sociales.

Una sociedad si se le han dado las condiciones correspondientes para educar correctamente, entonces junto a los programas previstos de los gobiernos, tienen la obligación, las responsabilidades de garantizarles a las generaciones, su normal proceso de desarrollo social, personal, intelectual, laboral, profesional, previniéndolos de los males sociales para sus progresos, acceso a sus necesidades fundamentales para formarse como hombres, mujeres, potables, capaces, útiles a su nación.

Los recursos provenientes de los impuestos pagados de tantos padres, madres, adultos, mayores, que desean ver a sus hijos, niños, jóvenes, hechos unos hombres, unas mujeres, profesionales, progresistas, dignos, capaces, pues es nuestra razón fundamental como contribuyentes al pagar nuestros impuestos.

Pero existe una realidad social que es, que un gran porcentaje de los ciudadanos, al estar mal asesorados, mal informados, mal orientados, envueltos en una ignorancia colectiva, pasamos a ser simples contribuyentes pagando los impuestos, sin importarnos en que serán utilizados o dirigidos tales riquezas. 

Los formadores, las familias, que integramos la sociedad, que somos parte de la conformación, recurso humano del gobierno,  de la dignidad, del orgullo, honestidad de la nación, estamos fallando al transmitir nuestras ineficiencias como formadores, educadores, y muy fundamentalmente como dirigentes. Comportamientos que nos hacen cómplices, fingiendo tener una ceguera colectiva, la cual desprendemos con nuestras ironías,  egoísmos personales, que demostramos cuando hablamos sobre las soluciones de los conflictos sociales,  desde un punto de vista objetivo, eficiente, demostrable, los cuales siempre terminan eficientizando cada vez más todos los males, conflictos sociales. 

Donde muchos en un renglón social nos hacemos los incapaces, los sumisos, persuadidos por la manipulación que nos hacen enriquecernos, para así evadir luchar por el futuro MORAL, ÉTICO Y CÍVICO, intelectual, capaz, digno, de nuestros jóvenes, que se ven envueltos en tantos conflictos, males sociales, que crean la corrupción e inmoralidades. 

De nosotros los ciudadanos conscientes está la decisión de transformar, cambiar este sistema inhumano, ignorante, sustentado, fomentado por la precaria calidad educativa a que nos tienen impuesto, en la cual está más que demostrado que un grupo importante de las voces sociales, les convienen tales anarquías, tales ignorancias colectivas, en todo el territorio nacional, en la cual son ampliamente beneficiados al ser pasados por alto las corrupciones, inmoralidades que van dejando en sus pasos.

Jóvenes dominicanos, que aún no tienes más responsabilidades que aprender, estudiar, adquirir capacidades a través de las formaciones, la educación de tus familias, formadores, para que vallas asumiendo costumbres, principios, disciplinas, normas, recuerda siempre que serás padre, serás madre, asumirás responsabilidades sociales, laborales, de líder, de dirigente, contribuirás con el desarrollo,  progreso propio, como de tu nación, junto a la conformación, educación de tus hijos, de tu país República Dominicana, en ti esta formar una sociedad con comportamientos civilizados, con justicia social. 

Siendo ya mayor, siendo ya adulto.

Por lo tanto;

Aun los adultos, los mayores de hoy en día, no te estemos dando la mejor calidad educativa, el mejor ejemplo social, asume lo más posiblemente las normas morales, los principios éticos y cívicos, los cuales te hará discernir siempre hacia lo correcto, por el camino del bien, en todos tus procesos y dificultades que se te presenten en las constantes diversidades de la vida. 

Luchemos por nuestras generaciones, nuestros niños, nuestros jóvenes, para que sean hombres, mujeres, aptos, capaces, competitivos, para formar con responsabilidad sus familias, sus roles sociales, ocupando nuestros lugares. 

Ellos sabrán recordarnos, si así lo hiciéramos, nos lo agradecerán.

Tú, el ella, ellos, yo, contamos con las condiciones, estamos a tiempo de conquistar una educación MORAL, ÉTICA Y CÍVICA. 

Los adolescentes sus ausencias morales

Nosotros los adultos, los mayores, cabeza de familias, dirigentes de sociedades, hemos pasado por el proceso natural de la adolescencia, estas experiencias vividas nos dan la capacidad acumuladas para asumir las enseñanzas correctas hacia nuestros niños, jóvenes, presente, futuras generaciones, de un amanera correcta.

Como bien deberíamos de saber; adolescencia es el proceso de desarrollo de la infancia donde adquirimos la capacidad para asumir responsabilidades como hombres y mujeres, para ocupar un espacio social, familiar, de una manera total e independiente, y es precisamente en este periodo de sus desarrollos que nuestros adolescentes comienzan a experimentar los cambios corporales, psicológicos que los conllevan a descubrir sus identidades propias. Estamos vivimos en unos tiempos donde la humanidad ha comenzado una nueva era producto de las contantes transformaciones del hombre en la búsqueda de los avances terrestres, espaciales, marítimos, a través de las conquistas modernas, tecnológicas, que las grandes potencias admirablemente han alcanzado.

Conquistas que nos están beneficiando extraordinariamente a todos los ciudadanos por las facilidades de comunicación, facilidades de conocimientos, que podemos compartir con las demás naciones, y a la vez desfavoreciéndonos drásticamente nuestras relaciones morales, éticas, familiares, sociales. 
Sumando la mala calidad de enseñanzas educativas, asesorativas y orientativas hacia nuestra presente como futuras generaciones.

Y esto hace que nuestros adolescentes convivan en constantes bombardeados a través de las diversas comunicaciones tecnológicas, visuales, adaptándolas a sus formaciones a través de vocabularios musicales, modas, ofertas, entre otras cosas asequibles para ellos, dirigidas a entorpecer su visión hacia sus prioridades, las cuales les hacen asumir las cosas materiales, artificiales y mundanas, antes que sus sentimientos familiares basado en el respeto, la tolerancia, el agradecimiento.

Disminuyendo notablemente sus sentimientos humanos, sus relaciones en armónicas saludables, así como su interés a ponerle el esfuerzo necesario a sus estudios, por lo cual los estamos formando.

Estas condiciones influyen considerablemente en su formación o deformación hacia su personalidad junto a la mala calidad de la educación, de sus enseñanzas, adecuadas, correctas, idóneas de parte de las familias, los organismos correspondientes creados para tales fines. 

Pues sus confusiones MORAL, ÉTICAS Y CÍVICAS, están entorpeciendo catastróficamente sus desarrollos naturales como hombres y mujeres correctos, estas son razones más que suficientes para que todos reflexionemos de alguna manera, en favor de asumir nuestras responsabilidades fundamentales para con ellos, demostrando, corrigiendo nuestras faltas de educación, enseñanzas, ejemplos MORALES, ÉTICOS Y CÍVICOS.

Es nuestros deber, derecho, como formadores, familias, dirigentes de sociedades, facilitadores de conocimientos, enseñanzas, dirigidas al proceso de desarrollo de la conciencia para la identidad, la personalidad, los conocimientos, de nuestros hijos, niños, adolescentes, que son las futuras generaciones que en la actualidad nos observan.

No son tiempos de egoísmo e ironías, donde nos creemos o nos hacemos los "SUMA CUM LAUDE" al entender que hemos o estamos preparando a nuestras generaciones para que ocupar nuestros lugares en armonías saludables, dignas, capaces, con las cualidades, virtudes humanas concebidas del todopoderoso.

Es de urgencia nacional que a nuestros adolescentes los eduquemos con las formaciones correctas de la mano con los valores morales, divinos, éticos, cívicos, adecuándolos a los nuevos tiempos tecnológicos, modernos.

Hoy en día existe una alerta que muchos estamos ignorando. Precisamente a causa de la mala calidad educativa en general, esta alerta la podemos observar a diario por los constantes caso que se ven envuelto nuestros adolescentes de todo el territorio nacional.

Algún día no muy lejano tendremos que unirnos para contrarrestar estos males que hemos dejado formar, que a tantos padres, a tantas madres, han hecho llorar lagrimas de sangre.

Solo Dios sabe que les tocara a los principales responsables de distorsionar la MORAL, LA ÉTICA Y LA CÍVICA, en nuestra sociedad, de los cuales muchos aún no hacen nada por contrarrestarlo, con las condiciones necesarias en sus manos.

Reflexiona!!

Ser joven es no tener complicidad con el pasado

La juventud; no es cómplice de los actos que los mayores cometen, ni tampoco del pasado.

Nuestra sociedad dominicana ha sido abandonada en su educación MORAL, ÉTICA Y CÍVICA, tanto por las autoridades, como por muchos ciudadanos mayores y adultos, los cuales se han encargado de sustituir las actitudes, comportamientos y ejemplos correctos, por acciones en palabras y hechos inmorales, corruptos, y todo estos males sociales nuestros jóvenes los absorben.

Es por lo que se hace de urgencia nacional por la necesidad de educar en los valores morales, éticos, divinos, cívicos, normas indispensables para vivir en armonías, en relaciones saludables asegurándoles a nuestros niños, jóvenes, un mejor vivir, garantizándoles felicidad social, con los buenas costumbres, principios, disciplinas.

No abandonemos a la juventud a un futuro de falsos valores, reaccionemos, ahora que aún contamos con juventud, fuerza e inteligencia.

Nuestras familias, nuestra sociedad, se merece un camino correcto, libres, advertidos de los males antisociales que hemos dejado formar, que hemos dejado desarrollar, que hemos dejado adaptar, en  nuestra desprotegida sociedad, que no tiene como garantizarnos el no ser parte o victimas de estos males que nos afectan a todos desproporcionadamente.

¡Nuestros jóvenes nos necesitan, NO LOS ABANDONEMOS A UN FUTURO INCIERTO!!!

Nuestra complicidad con los males sociales

Los mayores somos ejemplos para los mas jóvenes.

Por esto debemos de ser cuidadosos con nuestras acciones, con nuestras actitudes, evitando los ejemplos que vamos mostrando hacia los que nos rodean, haciéndonos culpables, cómplices de lo que en la actualidad hemos dejado formar como sociedad. 

Donde estamos distorsionando las convivencias sanas con los demás. Demostrando de una manera natural los comportamientos de inmoralidades, de corrupciones, como si fuera ejemplos correctos a seguir, hasta tal punto de transmitírsela a nuestros jóvenes, nuestros hijos, niños,  que deberíamos asegurarles un mejor vivir.

El cual todos nos lo merecemos, y es a través de readquirir  una educacion MORAL, ÉTICA, CÍVICA, que lo podemos conquistar.

Levantemos nuestros valores morales, divinos, ético, cívicos, sintiéndonos orgullosos de ser ejemplos correctos para nuestros jovenes, en sus desarrollos como hombre, mujeres, cuando ocupen nuestros lugares, donde estén libres, advertidos de las carencias, ausencias de los valores morales, divinos, éticos, cívicos.

Los cuales provocan los conflictos, males sociales.

Nuestra conciencia nos lo agradecerá!!!

Una realidad de nuestras jovenes generaciones

Es deber de todos como familias, adultos, mayores, tutores, formadores, dirigentes sociales.
Reflexionar a la siguiente observación:
Ya que las estadísticas nos indican que la gran mayoría de nuestros niños y jóvenes, las generaciones que nos van a sustituir, son de padres separados.

 ¡Esto es una alerta nacional!!!

Para que todos asumamos con decisión, carácter, firmeza, en readquirir una educar correcta, asesorando, orientando a nuestros hijos, niños, sin importar la condición familiar.

En estos tiempos donde nuestros jóvenes se ven envueltos en tantos conflictos sociales, es que más necesitamos de una formación idónea educacional, tomando consciencias nuestras familias, centros de estudios, sociedad en general, para poder educar a sus dependientes que sepan discernir entre lo bueno y lo malo, lo justo a lo injusto, de lo correcto a lo incorrecto, condiciones, virtudes, cualidades, que solo nos las dan los valores morales, los principios éticos y cívicos, que nos hacen ser mejores ciudadanos, útiles, potables, con vocación de servicio a la patria. 

Pues nuestras familias incompletas y disfuncionales, como la que se encuentra en vulnerabilidad, todas ellas necesitan de un programa que los orienten y asesoren hacia esta educación correcta.
Donde estén advertidos, para así poder evitar que sus dependientes asuman  los comportamientos improcedentes, que no estén acorde con los buenos principios, costumbres, disciplinas, normas indispensables para las buenas relaciones, para el bien común.

¡Reflexionemos!!!

Unámonos para junto conquistar el ideal moral, ético y cívico.

Que nuestro Dios todopoderoso seposite su mano bendita en toda nuestra conciencia ciudadana, amén.