Cuando nos toca nacer en un seno familiar desintegrado incompleto o disfuncional

Cuando nos toca nacer en un seno familiar desintegrado incompleto o disfuncional

EN LO GENERAL SE INTRODUCEN VALORES NEGATIVOS:

Estos valores negativos, producto de una serie de factores que limitan al padre o madre, padrastro, madrastra, hermanos, abuelos, tíos, tutores, como todos aquellos involucrados en el seno familiar, trasmitir las enseñanzas adecuadas a sus dependientes. 

Resulta ser que el niño, absorbe todo aquello del ejemplo y modelo que estos familiares representan para él, como son sus actitudes, sus modos, sus expresiones, sus comportamientos, su calidad moral, sus principios éticos, cívicos, hasta tal punto de involucrar al niño, inculcándole sus malas conductas, sus malos hábitos, sus carencias de valores. 

Desconociendo el padre, la madre o los responsables de su crianza, que su mala calidad de enseñanzas en los valores morales, los principios éticos, a la larga desencadenaran en violencias, irrespetos, delincuencias, crímenes, entre tantos males sociales que en la actualidad nos están afectando.

Siendo víctima el niño del atraso social que existe en estos núcleos familiares. 

Por esto se hace necesario el fomentar, inculcar, los valores morales, los principios éticos, en conjunto con los diferentes sectores y organismos correspondientes educativos de la nación, evitando lo menos posible el desconocimiento de los propulsores de la dignidad social, el bien común, que son las familias.

Es indispensable comprender como ciudadanos, que los valores morales son los que orientan nuestras conductas, y es con base en ellos que decidimos como actuar, como afrontar las diferentes situaciones, diversidades, que se nos presentan en nuestras vidas. 

Es una desagradable realidad en la que viven las sociedades de estos tiempos, las cuales están sumergidas en una cultura donde las apariencias son prioritarias, asignándole más valor y significado a los bienes materiales, superficiales, que a los valores humanos concebidos de la mano divina. 

ES POR ESTO QUE SE ENTIENDE: que estamos construyendo una sociedad distorsionada, que está inculcando valores, creencias equivocadas, donde estamos promoviendo falsos valores; establecemos incorrectamente nuestras prioridades fundamentales. 

Es nuestro deber y derecho:
Cambiar esta terrible realidad, inculcándoles, enseñándoles, educando, a nuestros niños, en los valores morales, divino, éticos, de una manera correctamente adecuada a los nuevos tiempos, sin importar nuestro seno o condición familiar.  

Dediquemos un momento a recurrir al sentido de la reacción, reflexionando, al comprender qué clase de sociedad le vamos a transferir a nuestros hijos, niños, jóvenes, presente, futuras generaciones que nos observan.

De nosotros los adultos, los mayores, dependen el bien moral, el bien ético, el bien común, de las generaciones.  

Eduquemos, inculquemos, enseñemos, asesoremos, orientemos, correctamente en ejemplos, acciones, actitudes, palabras, basados en los valores morales, divinos y éticos.

De nosotros los ciudadanos en general, conjunto a los organismos estatales correspondientes, depende el orientar, asesorar  a las familias que están o se encaminan a su descomposición. 

Las familias son la base fundamental de nuestra sociedad Quisqueyana.

Existe un lado oscuro al momento de ver y escuchar cierto medios comunicativos

Es nuestro deber en asumir con responsabilidad absoluta, en observar, reflexionar al visualizar, escuchar ciertos medios que a través de sus programas televisivos, radiales y más penosamente infantiles, sin excluir el mundo tan amplio de internet, del cual todos con ciertas posibilidad tenemos acceso.

Por lo tanto:

Padre, madre, padrastro, madrastra, hermanos mayores, tíos, abuelos, como todo aquel o aquella responsable de la crianza de nuestros niños (a), sin importar nuestro seno familiar. 

Es que con seguridad y confianza;

Debemos contrarrestar estos medios que usan sus influencias de una manera incorrecta, manipularía hacia la personalidad, actitud, como en el proceso de identificación del sexo de nuestros hijos, niños del mundo, jóvenes del presente. 

sin olvidar y a la vez sumando nuestras actitudes, nuestras acciones como nuestros ejemplos, los cuales asesoran, orientan débilmente o incorrectamente a nuestros niños y jóvenes. 

Y como consecuencia:

Podemos observar la distorsionada sociedad que estamos construyendo, donde le damos más prioridad a las cosas materiales, superficiales que a nuestras necesidades primordiales como familiares. 

Fomentamos cada vez más la violencia, la criminalidad, la corrupción, las sustancias no permitidas, los embarazos no deseados entre adolescentes, las desviaciones del sexo de hombre a mujer y viceversa, así como todos los males que afectan a nuestra nación dominicana. 

Hasta el grado que estamos aceptando los ejemplos de inmoralidad como ejemplos correctos a seguir.

Son momentos de asumir;

Con carácter, decisión inequívoca en asesorar, orientando correctamente a nuestros niños (as), adolescentes, cuando están viendo, escuchando estos programas publicitarios televisivos, radiales como por medio de internet. 

Es hora de readquirir nuevamente nuestra responsabilidad de educar correctamente de la mano con los valores morales, divinos, éticos, cívicos, humanos, sociales, normas necesarias, imprescindibles para la identificación como personalidad de nuestros niños, así como para las relaciones saludables entre todos y con todos en nuestra sociedad dominicana.

¡Todos ellos nos necesitan a nosotros los mayores, los adultos!

Que nuestro Dios todo poderoso deposite su mano bendita en todas nuestras conciencias ciudadanas, amén.